Ahora tú has de pensar, ¿qué tiene que ver ésta introducción con la lectura? Bien, aquí está la respuesta.
Los libros te llevan a mundos completamente diferentes, puedes meterte en la piel del personaje y sentir lo que ellos sienten, respirar su mismo aire, hasta pensar y decir las mismas cosas que el personaje diría, pero así es, ése es el punto de la escritura y mejor aún, de la lectura. Sabes que un libro o que un escritor es bueno cuando te llama desde la primera palabra, claro que todo influirá con tu personalidad, hay libros para toda clase de gente.
He oído que muchas personas dicen “No me gusta leer” y yo les contesto “No es que no te guste, sólo no has encontrado el libro para ti”.
Cuando tu mente no albergue más que problemas, cuando pienses que has llegado al fondo con tu paciencia, cuando creas que la única solución es dar un paso atrás y dejar que las cosas sucedan toma un libro, enamórate y vive la historia de fantasía, ficción o historia que te ilumina letra a letra, palabra a palabra, página a página.
¿Por qué no leer? ¿Por qué no dejar la televisión 10 minutos y echar un vistazo a aquél libro viejo de toma infantil que tiene de nombre El Principito?
La persona que lee vive más de una vida, llega a lugares inexplicables y tiene más aventuras que cualquiera que no lo hace. La persona que lee, aparte de tener mejor ortografía y un léxico más amplio, tendrá la explicación a cualquier interrogante por más estúpida o fantástica que sea.
¿Nunca te has imaginado montando un dragón? ¿Nunca te has imaginado siendo el asistente de Sherlock o resolviendo un caso bien estilo CSI? Con la lectura no hay límites más que la propia imaginación, no te encierres en tus problemas y abre tus posibilidades, nunca estás sólo, siempre tendrás una página que te hará compañía.
Después de todo lo que te he dicho ahora contéstame tú ¿y por qué no leer?
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